Translate

jueves, 15 de mayo de 2014

En ruta: el Mercat de Canovelles y los tomates que saben a tomate


Llega el momento de las ensaladas de todo tipo y es un martirio sentarse a comer verdura que sabe a... nada. Agua, pura agua. Recorremos los supermercados y todo brilla artificialmente, los precios están por las nubes y cuando llegas a casa no sabes si hacerte la ensalada de tomate o de tickets de la compra directamente, aliñados con la mala leche que te entra de saber que has pagado por productos de calidad ínfima y precio vergonzoso.

Echamos de menos esos puestos de agricultores donde aún puedes ver los restos de tierra, donde las manzanas brillan por su falta de homogeneidad de calibre y no por las ceras con las que las retocan para que sean más apetitosas. Hay varias opciones para conseguir tener productos frescos y directos de la huerta, algunos que llegan a la puerta de tu casa y que puedes comprar por internet:

  • FRUITA I VERDURA: seleccionas qué compras y te lo envían a casa
  • FRESCUM: todo tipo de productos y muchos de ellos ecológicos
  • DOCTOR VEG: cestas de fruta y verdura a domicilio a partir de 25€
  • I LOVE FOOD: cajas de frutas y verdura a domicilio en Barcelona a partir de 24€
  • NATURAL COMO LA VIDA MISMA: cajas de frutas y verdura a domicilio a partir de 23€. Éstas las hemos probado y la verdad es que la calidad es buena y puedes seleccionar qué quieres y qué no
Como estas tiendas, encontraréis un montón ya que cada vez somos más los que pedimos calidad y trazabilidad. El problema, muchas veces, es el precio. Pagar por lo ecológico es caro y por lo que te llega a casa también. Por eso dedicamos esta entrada al Mercat de Canovelles, que se ha convertido en nuestro centro neurálgico de abastecimiento de verdes variados. 



Se creó en 1961 con sólo 3 paradas y ahora mismo ocupa 6 calles de la población. Abre TODOS LOS DOMINGOS DEL AÑO y el único problema es que la mejor forma de llegar es en coche a no ser que vivas en municipios adyacentes. Nosotros hacemos viajes compartidos y así también compartimos fruta y verdura que al comprarla en cajas o sacos grandes nos sale mucho mejor de precio. En el mercado tienen habilitadas 2 zonas de aparcamiento y para llegar a él tenemos que buscar el polígono Can Castells que es donde está situado.



Como es un lugar muy visitado y de los que crea adicción, llegan a él unas 10.000 personas por domingo... una barbaridad. Por eso nosotros intentamos estar siempre allí sobre las 8.30 a pesar de que no abran hasta las 9.00, para aparcar cómodamente y cerca porque después volveremos arrastrando los carritos repletos de verdura, con apios debajo del brazo, bolsas de las compras de última hora y sorteando a la gente que se multiplica desproporcionalmente. Es un mercado no sólo de alimentación sino que también tiene ropa, menaje del hogar, puestecitos de cosmética... lo que normalmente encontramos en otros mercados. Pero el "quid" de éste es la calidad y el precio de su fruta y verdura.







Esas geniales ofertas de 2kg por 1€, de sacos de patatas a 0,40€ kilo, de cajas de fresones de un sabor de los de antes a 3€ los 2kg... todo según la temporada, por supuesto, ya que muchos de sus puestos provienen de agricultores de Cataluña que nos traen lo más fresco del momento. 











También encontramos maravillosos puestos monotemáticos con variedades de cítricos, variedades de tomates -impresionantes-, variedades de tubérculos, de legumbres... un montón de productos a elegir y comparar ya que la competencia nos hace encontrar precios de los de antes. Con 20€ te llenas el carro para 2 semanas (para una pareja), un lujo cuando es imposible rebajar el ticket de cualquier compra de comida de 50€ cada vez que visitas un centro comercial.

Y antes de salir, no está mal que pasemos por la gasolinera "low cost" que está situada justo al lado y en la que merece la pena repostar. Fijaos en el precio:


Gasoil a 1,24 un domingo. Me llevo lo verde y repongo para tirar todo lo que pueda, que conduciendo a menos de 2500 revoluciones, pasando de esos acelerones que tanto veo en los coches vecinos y usando el coche sólo para lo que realmente necesito, me dura todo el mes y parte del siguiente. 







lunes, 12 de mayo de 2014

Conjunto cajonera y mesita: PARTE I

Conjunto cajonera y mesita: PARTE I

Esta técnica la podemos hacer en diferentes tipos de muebles a los que queramos cambiar el aspecto, diseño, estilo.
Cuantas veces ha sobrado papel de empapelar paredes (si aún se empapelan paredes) y lo has guardado en lo alto de un armario... ¡pues rescátalo!.

El ejemplo de hoy es con un archivador de los de oficinas, los antiguos de metal…
Primero, hay que ver el diseño que queremos, en nuestro ejemplo vamos a empapelar todo el exterior y pintar los cajones. El papel elegido es retro, la cenefa es gris plata.

Los cajones los pintaremos de gris plata a conjunto con la cenefa.
Desmontamos los cajones, quitamos los tiradores y limpiamos a fondo.
Tened en cuenta que vamos a pintar metal, por lo que hay que lijar para que la pintura adhiera para eso usamos una lija de grano fino (pequeño) y a hacer bíceps, lijamos.

Le damos una mano de esmalte acrílico de color (en el chino por 1 euro) dejamos que seque según instrucciones, le damos una segunda mano y esperamos a que seque bien.




Ahora el cuerpo del archivador hay que lijarlo con una lija de grano grueso  por toda la parte que quieres cubrir con el papel. 
Hay que lijar toda la superficie que queramos empapelar, no lijéis en donde no queráis poner papel o lo dejareis mate. Cuanto más lijemos mas se adhiere el papel luego. En nuestro caso lijamos los laterales, el trasero y el borde hasta los cajones. Los cajones no eh! que ya los hemos pintado.

Ahora cogemos el papel y lo presentamos y en función del dibujo (si lo lleva) habrá que hacer que coincida el dibujo en los cortes o bordes del papel. EL sobrante del papel que cortes guárdalo que lo aprovecharemos para el otro lado. Corta los papeles y hacemos el preparado de cola para empapelar si no la has comprado ya preparada (ay!! la “mandra”), que sí que es mas cómodo pero no tienes tanto juego con el espesor.

En nuestro caso empezamos por la trasera: encolar bien, dejando un dedo de margen por arriba y por abajo. Ahora como si fuera una pared, quita las burbujas de aire, con un trapo te podrás ayudar para extender el papel. Ay!! las esquinas, que dolor de cabeza, pues las esquinas igual que si forraras un libro, cortando el sobrante  y dejar solapa para pegar.

Ahora los laterales, el mismo procedimiento, y el sobre para terminar. En nuestro caso aprovechamos el hueco para fijar con pinzas el papel (foto).
Con la misma cola (más espesa) damos una mano con brocha ancha sobre el papel, con cuidado (recordad que es papel)

Dejamos que seque bien, no seáis ansiosos, si corréis mucho se os despegará.

Con un cúter afilado quitamos el sobrante de abajo o de los laterales que nos haya quedado.
Para finalizar hay que barnizar (barniz incoloro) con varias capas o con látex (recomendado, éste no amarillea y es como una película protectora más resistente) para que dure en el tiempo.

Montamos los tiradores en los cajones y colocamos los cajones.

Ye lo tenemos listo para usar.

En la próxima parte os explicamos la mesita, cómo reparar, teñir y hacerla a juego con nuestra cajonera.