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martes, 5 de agosto de 2014

Bizcocho esponjoso: aprovecha las claras que te sobran

Volvemos con otra receta basada en el aprovechamiento y, además, sencilla: dos por uno. Como ya os comentamos en otra entrada, este dulce se basa en las claras que nos sobran cuando en un postre o salado usamos sólo las yemas. Con este bizcocho podemos usar las claras porque no las vamos a tirar, al revés, vamos a aprovecharlas para hacer repostería. Podéis usar también claras congeladas que hayáis ido guardando.


Procedamos pues a detallar los ingredientes que necesitaremos. Recordemos que colocarnos todos los ingredientes a mano lo va a hacer mucho más fácil.
  • 150 gr. de azúcar.
  • 50 gr. de harina.
  • 50 gr. de maicena (fécula de maíz)
  • 25 gr. de mantequilla.
  • 5 Claras de huevo.
  • 1 cucharadita de levadura en polvo.
  • La ralladura de un limón.


1.Derretimos la mantequilla: podéis derretirla en el microondas unos segundos y después dejar que se enfríe unos minutos en la nevera o dejar que se derrita a temperatura ambiente; si lo hacéis durante el verano, no el proceso irá rapidito.

2. Precalentamos el horno a 180 grados.

3. Engrasamos un molde, da igual el tamaño. Dependiendo del mismo saldrá más grueso o más delgado.

4.Mezclamos en un bol los 50 gr. de harina con los 50 gr. de maicena o fécula y la cucharadita de levadura en polvo y reservamos.

5.Ahora en un bol, introducimos las 5 claras y batimos hasta que nos quede como un merengue; en este punto debéis mezclar poco a poco y con cuidado el azúcar de forma envolvente porque si le damos fuerza después no nos subirá.

6.Echamos la harina, la mezclamos con la fécula y la levadura que habíamos reservado, luego la mantequilla que tiene que estar con textura pomada y la ralladura de limón. Y volvemos a batir.

7.Cuando todos los ingredientes se hayan mezclado bien, metedlo en el molde que hayáis escogido y engrasado. Introducid en el horno y en unos 20 o 25 minutos a 180 grados debería quedaros hecho y doradito. Si tenéis dudas, al acabar el tiempo, el palillo o la brocheta, que es más larga, no falla: si sale limpio ya podéis sacarlo del horno.

Es un bizcocho que no quedará muy esponjoso si nos hemos con el batido. Si nos ha pasado eso y  queremos  darle un toque para que quede menos seco, sobre todo pensando en el día siguiente, podéis hacer un chocolate a la taza espeso y echarlo por encima del bizcocho. ¡Quedará más goloso!