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sábado, 30 de agosto de 2014

Gazpacho: agradecimientos y polémicas 1ª parte



¿Por qué este título? 

Agradecimientos varios para todas las visitas que tenemos en nuestro blog. De tierras cercanas y lejanas es sorprendente y gratificante comprobar que nos siguen conocidos y personas que probablemente no conoceremos nunca y que entran en nuestro pequeño rincón cibernético, aunque sea por unos segundos. A todos ellos, gracias.

Polémica porque escribiremos sobre algunas típicas recetas que pueden crear debate e incluso discusión sobre el modo de hacerse o sobre los ingredientes que llevan, no sólo dependiendo del lugar sino también del vecino o familiar de turno que las haga.

La primera de ellas será el gazpacho. Y la receta es del gazpacho andaluz pero, como decía, seguro que alguien lo lee y piensa "así no es" y ¡ya tenemos el debate! Aquí también queremos dar las gracias a amigos que para hacer esta deliciosa sopa fría de tomate -que le llamarían en algún lugar lejano- reparten sus tomates de huerto con nosotros, gracias Adri. Y luego están los amigos que nos dejan coger con nuestras manos las verduras que van brotando en sus huertos aunque a veces corran el riesgo de dejarlo en manos inexpertas (como es mi caso) y se queden con toda la planta en la mano: imaginad mi cara. Eso sí, fui comprendida y disculpada. Gracias Fran y Jose. Hay que decir que estos tomates no tienen absolutamente nada que ver con lo que compras en tiendas por tamaño, olor y, por supuesto, sabor. Así que si tenéis la suerte de conocer a alguien con huerto propio, de verdad, vale muchísimo la pena.

Bueno, después de este largo prólogo, pasemos a los ingredientes:

6 Tomates maduros que no estén muy blandos
2 Pimientos verdes
1 Pepino
1 Cebolla
1 Ajo
1 Rebanada de pan
1 Pimiento rojo
1 Cucharada sopera de vinagre
4 Cucharadas soperas de aceite de oliva
Sal

Primero pelaremos los tomates: hay dos maneras de hacerlo, se pueden pelar como cualquier fruta o poniéndolos menos de un minuto en agua hirviendo que se llama ESCALDAR. Si elegís pelarlos introduciéndolos en agua hirviendo es muy importante que sea menos de un minuto para que no se cocine el tomate y cambie su sabor. El método para ambos y que ayuda a pelarse bien es hacerles un corte en cruz en la parte trasera del tomate: os facilitará el proceso. 

Una vez pelados retiramos las semillas y los troceamos.

Pelamos el pepino, la cebolla y el ajo. Se lavan los 2 pimientos verdes y el pimiento rojo, se les quita las semillas y los troceamos también.

Ponemos en un bol -¡recuerdo que mi madre cocinaba para tantos que lo hacía en una olla grande!- los tomates, los 2 pimientos verdes, el pimiento rojo, el pepino, la cebolla y el ajo. Y ahora con mucho cuidado de las salpicaduras trituramos con la batidora eléctrica unos minutos, añadimos la rebanada de pan, las 4 cucharadas de aceite, la sal (aquí no hemos puesto medida porque depende del gusto de cada uno) y la cucharada de vinagre: trituramos de nuevo hasta que quede todo bien emulsionado

Ahora ponemos agua fría, a gusto también de cómo de líquido lo queramos, y mezclamos bien. 

Después hay que pasarlo por el colador; si se pasa por un colador chino, mejor. Si queda espeso y queréis que esté más líquido podéis añadirle más agua.

Si queréis servirlo con una guarnición o acompañamiento, sería pepino, pimiento cortado en daditos y cebolla picada: todo esto en crudo. También pan tostado en cuadraditos tipo picatostes. 

La receta más fresquita del verano

A la próxima... la otra receta polémica. ¿Cuál será?