Translate

domingo, 6 de abril de 2014

Pollo al Cava de Carmen & Pepa. Fácil y barato

En una pequeña cocina de Santa Coloma de Gramenet que viste azulejos blancos con motivos azules, no los más bonitos pero sí la mar de prácticos, se escucha Radio Teletaxi a todo volumen para apaciguar el ruido de cacharros y ajetreo. Se abren y cierran armarios de un color rojo chillón escandaloso y los fogones marchan a todo gas -de bombona de butano-. 

Carmen acompaña las canciones con tarareos inconscientes y viajes mentales al Sur, donde dejó sus raíces bien guardadas.

Sonríe al ver aparecer a uno de sus bichos, que con un trozo de pan aguarda al lado de la sartén donde se está friendo un tomate frito casero que borbotea bailando por sevillanas. Por ahora no hace caso, poniendo a prueba la paciencia de esa niña de 10 años que la está liando en el comedor y tiene a su hermano de 5 años sentado sobre una manta en el suelo con la excusa de un viaje a islas remotas.

"Mamaaaaaa" se escucha rogar a la niña. Complaciente, Carmen levanta la tapa metálica que guarda el ansiado tesoro. "Venga, con cuidado". La niña sumerge el chusco de pan y humeante se lo acerca a la boca. "Ten cuidado que te quemarás" Y se quema. Como siempre. No aprende ni aprenderá que la impaciencia, casi siempre, duele. Con la boca plastificada por la quemazón, la niña, tan contenta, absorbe el tomate del pan y en un abrir y cerrar de ojos vuelve a tener otro chusco en la mano con la misma cara de muerta de hambre. Sólo que ahora lleva acompañamiento. El náufrago ha abandonado el barco y repite lo que ha visto hacer a su hermana. Dos pedigüeños acechando una sartén. Carmen intenta disimular lo divertida que le parece la estampa con una mirada de censura que los eche de allí porque debe continuar cocinando, que le van a dar las tantas y las piernas le piden descanso. 

Pero le puede el corazón. Ella misma remoja los dos chuscos y los entrega, chorreando cariño de salsa de tomate y ahora sí, devolviéndolos a sus juegos. Carmen, con su metódico orden, hace tiempo convirtió la cocina en un planning que le permitiera hacer un menú equilibrado y sencillo de seguir. El día de la pasta, el de las legumbres, el del pescado, el de la carne... y había dos días mágicos, los miércoles y los domingos, que se permitía inventar buscando recetas por los medios que en esos años '90 estaban más a mano. El medio más valorado: el que obtenía oralmente, bolígrafo en mano como una estudiante culinaria atenta a todos los detalles de elaboración. La combinación del método con el teléfono explicaba esos desconchados que el pobre cacharro tenía en cada una de sus esquinas.

Las recetas que recopilaba y que conseguían el aprobado unánime de sus pequeños críticos, los más duros del jurado, pasaban a su bloc de notas, ese pinche de cocina que le acompañaba y que terminaba acribillado en el fuego amigo de trincheras. 





20 años después, resguardado de los ajetreos de mudanzas y limpiezas para soltar lastre, el bloc se ha convertido en parte de la impedimenta que acompaña el viaje de esa tropa pequeñita que creció y que continúa sus batallas en fogones ahora propios que bailan al ritmo de Spotify.

Pepa lo ha recibido como un cetro sagrado, un tesoro que permanecía oculto entre una maraña de recuerdos. Y debe reinterpretarlo. Debe leer entre líneas lo que eran obviedades para su autora, pasos que se seguían a fuerza de costumbre y que se omitían en la fluidez de la tinta. Y debe recrearlas, hacerlas suyas, amoldarlas a gusto de nuevos críticos.

Lo que caracteriza a este bloc viajero es la sencillez de sus recetas, lo baratas que son de hacer y los sabores que consiguen. Prácticas. Como Carmen. Cocina de proletariado si nos ponemos marxistas. De "crisis" si nos ponemos contemporáneos y tenemos en cuenta que ser proletariado se ha convertido en un lujo. 

Inauguramos el bloc con una receta que suena muy bien: 

POLLO AL CAVA



En la receta original leemos "champán", pero no nos engañemos... tenemos Cava y del baratito, antes del que nos dejaban en la Cesta de Navidad, ésa que está en peligro de extinción. Ahora por menos de 2€ buscamos la etiqueta más bonita y para la cesta de la compra. Tampoco vamos a cocinar con Moët  & Chandon, no seamos repipis.

INGREDIENTES:

- 1/2 kilo de trozos de pollo: si son muslitos saldrán mucho más jugosos pero podéis usar trozos variados. Con pechuga os quedará muy reseco.
- Un buen chorro de Cava
- 1 cebolla rallada. También la podéis triturar en la picadora pero que quede prácticamente deshecha y con el jugo a la vista.
- Una bandeja de champiñones de 250 gr: aprovechad que ahora están muy bien de precio. Para limpiarlos usamos un trapo de cocina limpio y humedecido, para llevarnos toda la tierra que puedan tener.
- 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de harina
- Un vaso de leche entera (250 cl)
- Nuez moscada
- Pimienta y sal

ELABORACIÓN:
  1. Ponemos el aceite a calentar en la sartén. Hemos usado una sartén de hierro colado que es la superviviente más veterana y que puede sustituirse por cazuela de barro o cualquier utensilio que permita cocción a fuego lento. Prohibido WOK. 
  2. Incorporamos el pollo y lo doramos bien.
  3. Ahora echamos la cebolla, salpimentamos y dejamos que poche un poquito con el pollo, a baja temperatura, para que se repartan bien los jugos.
  4. Incorporamos los champiñones cortados a la mitad
  5. Incorporamos el Cava a gusto del cocinero. Nosotros hemos puesto un chorro generoso: giro la botella y un... dos... tres...
  6. Tapamos y dejamos a fuego lento durante 1 hora, que se mezclen los sabores y se hagan las verduras. Puedes visitarlo en tus múltiples viajes a la cocina a por agua, a hacerte un té, a ver qué quiere el gato ahora, etc.
  7. ¿Cuándo está? Cuando el champiñón está hecho por dentro. Pruébalo, no te cortes... y sopla antes, te lo dice la especialista en quemarse la boca. 
  8. Añade la cucharada de harina y la nuez moscada removiendo bien para que ésta se deshaga y se mezcle con los ingredientes. Incorpora la leche poco a poco. Puede ser directa de la nevera. Sigue removiendo para evitar grumos y disfruta viendo cómo se espesa la salsa.
  9. Listo. Huele que alimenta, pero por si acaso no es suficiente, NOS LO COMEREMOS.




2 comentarios:

  1. Me ha encantado. Que buena pinta y que tesoro ese bloc manuscrito...cuanta nostalgia y recuerdos en cada palabra...felicidades!!!

    ResponderEliminar