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jueves, 29 de mayo de 2014

Tuneando chocolate: primera parte

Abro el armario y me encuentro varias barras de chocolate abiertas: "vaya y ahora ¿qué hago?" Una de dos, o las meto en la nevera o me invento algo. La primera opción no me convence mucho porque el sabor y la textura que tiene el chocolate de nevera no me atrae así que opto por la segunda opción, al invento voy. 

Los ingredientes que he usado son:
  • Coco rallado.
  • Leche condensada.
  • Chocolates varios abiertos de comensales vergonzosos
Las cantidades no las he puesto porque depende del chocolate que tengáis por casa. Por la cantidad de bombones que han salido en la foto y a modo orientativo os podría decir que he usado:
  • 100 gr. de coco rallado.
  • 150 gr. de chocolates variados: negro y chocolate con leche.
  • 200 gr. de leche condensada.
En un bol mezclamos el coco con la leche condensada. Lo mejor es utilizar algo para mezclar tipo cuchara porque tendremos tiempo después de pringarnos las manos, para qué hacerlo antes de tiempo. Cuando la mezcla esté consistente como para poder manejarla como una especie de masa sin que se deshaga en el proceso, reservamos.

Ahora para el siguiente paso podemos optar por el plan A o plan B:

  • El plan A es poner encima de una bandeja un poco honda la rejilla del horno y así ir colocando las bolitas en la rejilla con cuidado. 
  • El plan B es ponerlas directamente en la superficie de la cocina. 
 
Si elegís la opción A el sobrante del chocolate caerá en la bandeja, es la opción más limpia, pero si las bolitas han quedado un poco blandas se pueden deformar. La B es ponerlas directamente en la superficie de la cocina (si es mármol, mejor) o ponerlas encima de un plástico o silicona. El inconveniente de esta opción es que el chocolate se expandirá por la superficie y quedara como un cuadro de Pollock.

Después de que hayáis elegido A o B ponemos el chocolate al baño maría a fuego lento para que vaya deshaciéndose. Un pequeño inciso: si mezcláis chocolates diferentes como ha sido en este caso, veréis que no se derriten por igual, paciencia y a fuego lento aunque para acelerar un poco el proceso podéis ir removiendo con cariño. Mientras haremos las bolitas (ahora es el momento de pringarse las manos) dejando el tamaño a vuestro gusto: según queráis más relleno o más cobertura.

Cuando el chocolate esté derretido, con cuidado y con una cuchara o manga, iremos cubriendo las bolitas: a más cantidad de chocolate dejemos caer mayor grosor tendrá la cobertura final,  aquí a gusto de cada uno. Una vez cubiertas las dejaremos templar y pasado un rato, con cuidado ya que estarán un poco pegadas, las pondremos en un plato y las meteremos en el frigorífico para que acaben de enfriar y para que se endurezca la cobertura. 


Una vez enfriadas las volvemos a manipular con cuidado porque se habrán vuelto a pegar un poco. Con la ayuda de espátula de cocina o cuchillo las despegamos y las ponemos en las cápsulas del tamaño de las trufas.

Ya tenemos nuestros bombones de chocolate rellenos de coco.



Esta receta es muy fácil, lo complicado es limpiar los utensilios que utilicemos: para evitar que se seque el chocolate y sea más difícil limpiarlo dejar unos minutos en agua caliente y saldrá fácilmente.

Y con el chocolate que haya caído en la bandeja del plan A o el sobrante que hayáis rascado de la superficie del plan B guardadlo y haremos otra receta en la segunda parte de tuneando chocolate. ¡Será chispeante!

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